miércoles, 17 de diciembre de 2014

¿CARA O SELLO? TÚ ELIGES

Muchos nos afanamos por tener dinero y servirnos de ella, para satisfacer nuestros lujos y necesidades. Pero si nos percatamos  veremos que una moneda tiene dos lados diferentes, lo que comúnmente llamamos cara y sello. Que puede representar la forma de vida que llevamos, dos reinos alas cuales pertenecemos, dos caminos que seguimos. La humanidad ha decidido libremente elegir la forma de vivir que más se acomode a su estilo, cada persona programado por sus patrones mentales ha construido su propio laberinto o su palacio de felicidad. Por ello sabemos que siempre habrá dos frentes y a lo cual no somos ajenos porque ya pertenecemos a uno de ellos, por obligación o por voluntad propia. De la misma manera los reinos espirituales son dos frentes bien demarcados y diferenciados. La pregunta es ¿a cuál de ellos pertenece usted? La respuesta es suya, si aún no ha escuchado de ellos es sumamente urgente que lo sepa hoy.
1. Veamos el primer lado de la moneda, reino invisible de Satanás: La Biblia dice que el príncipe de este mundo es Satanás, con todo lo malo que en ella hay.  Jesús mismo hizo hincapié refiriéndose a aquellos que no le recibieron como su salvador, que el diablo (Satanás) era el padre de la humanidad por que sus obras eran malas (pecado), así como el mismo diablo que desde el principio peco: Juan 8:44-47. Veamos cómo se expresa el mal en nuestra comunidad
1.1 Sus obras son malas y perversas:  En la carta a los Gálatas el apóstol pablo: dice “manifiestas son las obras de la carne que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas…no heredaran el reino de Dios” Gálatas 5:19-21. Estos son las practicas humanas del reino de Satanás, cuyo contentamiento haya él. En 2º Timoteo 3: 2-5 encontramos “porque habrá hombres amadores de sí mismo, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacable, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negaran la eficiencia de ella…” cada día será peor si usted está viviendo bajo el reino de Satanás (2º Timoteo 3: 13).
 1.2 Fin de este reino:  Este reino tendrá su fin terrenal  como reino y un destino horrendo, una perpetúa morada, a un viaje sin retorno, el último rincón donde llega el alma: el infierno. El infierno no es un mito,  el infierno no está en la tierra como muchos dicen, tampoco Dios quiere infundir miedo a la humanidad; aquel lugar no es para ti, solo para Satanás y sus demonios. “Si continúas eligiendo este reino irás a parar juntamente con él a este lugar de sufrimiento”. En la carta 1º corintios 6:9-10, nos confirma que las personas que practican tales pecados mencionadas al principio no podrán elegir o heredar el reino del Señor Jesucristo, si no que irán al lugar de dolor,  Salmos 9:17 nos advierte una vez más “los malos serán trasladados al infierno…”, “…allí será el lloro y crujir de dientes” Mateo 22:13,  también el apóstol Juan en Apocalipsis 20:15, 21:8, 19: 20, 20:10 confirma lo dicho, ¡quién podrá librarte de este reino maligno! cuya sentencia es terrible.
2. Ahora veamos el otro lado de la moneda,  reino del  señor Jesucristo: Jesucristo es el hijo de Dios que vino a este mundo encarnado (se hizo hombre) Juan 1:1-18, y nos anunció el reino de Dios, Lucas 17:20-21, Mateo 12:28  Jesús está hablando de sí mismo, no hay otro reino, ni líder, que Jesucristo, el reino de Dios (Marcos 13:21).
2.1 Sus obras son buenas de bendición para el hombre: Las obras de este reino también son evidentes, vemos el libro de Gálatas 5:22-23 “…es amor, gozo, paz, paciencia benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza,…” en el evangelio san Mateo 5: 1-12 podemos ver el carácter del hombre de este reino.
2.2 El destino feliz de este reino: Del mismo modo no nos quedaremos aquí, sino que iremos a una morada celestial. El cielo es la herencia de los cristianos: 1º Pedro 1:3-5,  Hebreos 9:15 “…los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”, Mateo 25:34 “…heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” donde los mayores maravillas terrenales no se pueden comparar con los verdaderas delicias del reino del señor. Apocalipsis 21:9-27, 22:1-5 “después me mostró un rio limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero”.
Mi estimado lector la decisión es suya, no será fácil si usted elige lo mejor, el reino de Jesucristo, la verdadera libertad hallaras. Leamos en el evangelio de Juan 8:36 “Así que, si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”, solo él puede liberarte de las tinieblas de Satanás, de las cadenas de la esclavitud, resucitarte de la muerte, y  el estará contigo en los peores momentos, no lo dudes puedes acercarte confiadamente, porque él nos dice: “…al que a mí viene, no le echo afuera” Juan 6:37. Su amor es incondicional, “porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que  todo aquel que en él crea, no se pierda, más tenga vida eterna” Juan 3:16 y su regalo más grande es la vida eterna Romanos 6: 23b, hay un solo camino Hechos 4:12, y solo un mediador para el hombre 1º Timoteo 2:5, el señor Jesucristo. Si su decisión es la correcta haga esta oración: “señor Jesucristo reconozco que soy pecador, te suplico que me perdones, ahora creo en ti y te recibo en mi corazón como ni único verdadero salvador y señor de mi vida, bajo tu gobierno quiero vivir. Libera mi alma de toda condenación y del reino dé la oscuridad. Gracias señor Jesucristo por ser mi salvador y señor. Amén”.  Si has hecho esta pequeña oración con una Fe verdadera, ten por seguro que Jesús vive en ti y tú en el señor Jesucristo, eres parte de la familia de Dios por el poder del Espíritu santo; 1º Juan 4:13, tus pecados son perdonados limpiados por su sangre; 1º Juan 1:7 y eres hijo de Dios; Juan 1:12, esto es real por que Jesucristo venció la muerte y a Satanás (Efesios 1:19-22, Colosenses 2: 15). Si aún no entiendes con claridad o despertó tu curiosidad este mensaje, comunícate con nosotros.