lunes, 9 de junio de 2014

EL CREYENTE TIENE ANSIAS DE LA PALABRA DE DIOS

En 1 Pedro 1:23 dice “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”, aprendemos que una persona es renacida por la palabra. En 1 Pedro 2:2 “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”,  encontramos que una persona que ha nacido de nuevo es como un recién nacido. ¿Qué es lo que los bebés anhelan, ansían, desean y lloran si no lo tienen? Por su puesto que por la leche. Si un bebé no tiene ansia (hambre) de leche quiere decir que algo anda mal. Los bebés sanos tienen un hambre de la verdadera leche. Tal como el bebé espiritual debería anhelar y desear el creyente recién nacido (1 Pedro 2:2) de la palabra de Dios.
Si un creyente no tuviera deseo de la palabra de Dios algo debe estar muy mal. Si un creyente tiene verdadero hambre por la Palabra de Dios, debe desear participar en una iglesia que enseñe la Biblia y donde puede aprender más de la Palabra de Dios.
La persona que haya nacido de nuevo debería poder decir estas cosas:

1. Señor, yo sinceramente amo Tu Palabra (Salmo 119:97,113,119,127,167)
2. Señor, Tu Palabra es mi delicia (Salmos 119:77; 1:2; 119:16,47,143,174) 
3. Señor, Tu Palabra es maravilloso (Salmo 119:129) 
4. Señor, abre mis ojos y miraré las maravillas de Tu ley (Salmo 119:18)
5. Señor, Tu Palabra alumbra mis ojos (Salmo 19:8) y hace entender (Salmo 119:130 compare con vers.105 y con 2 Pedro 1:19). 
6.  Señor, Tu Palabra hace que mi corazón se alegre (Salmo 19.8: y 119:111, 162)
7.  Señor, Tu Palabra es  mejor  que todo el oro del mundo. (Salmo 119:72)
8.  Señor, Tu Palabra es más dulce  que la miel y preferiría ser alimentado con Tu Palabra que gozar de la mejor comida que pudiera prepararse para mi estómago (Salmos 19:10 y 119:103)
9. Señor, realmente tengo  hambre de Tu Palabra (Salmo 119:40,131)

La Biblia es la carta  de amor personal de Dios para mí y debería leerla con esa actitud. Debería diariamente tomarme un tiempo para encontrarme con mi Dios y con mi Biblia. Si realmente amo al Señor, me encantará oírle cuando me habla. Dios me habla cuando leo su preciosa Palabra. ¿Realmente amo la Palabra de Dios? ¿Realmente anhelo la Palabra de Dios más que las riquezas y las cosas materiales? ¿Me gozo leyendo la Biblia, aprendiendo la verdad del Dios viviente? ¿Tengo realmente hambre de la Palabra de Dios? ¿Realmente me gusta ir a una iglesia que cree en la Biblia y la enseña? ¿Es el Salmo 19:7-11) verdadero para mí?. "Examínense si están en la fe", Dios le bendiga. 

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